Pretendo no hacer una columna donde la desazón y los temas con los que nos levantamos y acostamos sean los que ocupen los renglones que con cariño iré escribiendo. No pretendo presentaros mi visión sobre temas de la actualidad, y menos, hablaros de lo que tantas veces escucháis en los medios de comunicación –ni digo las palabras porque ya las sabéis-.Prefiero dejarles esos análisis de actualidad a los que son periodistas, yo soy un parlanchín, que con título de maestro de todo sabe pero de nada sabe, como dice el refranero.
Desconozco mis dotes, si los tengo, con la escritura, puesto que reconozco que la sombra es lo mío, prefiero siempre ponerme detrás de la oscuridad, me apasiona pasar desapercibido, y con mi gran amiga, mi NIKON D7200, captar los momentos de la vida, pero hoy alzo velas y me pongo en marcha a recorrer los mares de vuestra atención y vuestras vidas. Llevo Cieza por bandera.
Es para mi tarea ardua la de teneros pendientes de lo que cada quince días escribiré, pero si me dedicas tres o cuatro minutos de tu ajetreada vida quizás sea la persona más feliz del mundo. No busco el agradecimiento ni el aplauso, sino busco hablaros de lo que acontece en la ciudad en la que vivo y en la que feliz soy. Pretendo quincenalmente ir enumerándoos aquellas cosas por las que Cieza y sus gentes nos caracterizamos. Pretendo dar visibilidad a lo bueno de esta fértil tierra, pretendo levantar en ustedes el sentimiento de pertenencia a Cieza. Un sentido de pertenencia que quizás perdemos debido al estrés de la vida misma y la rutina, pero que a veces, no viene mal recordar, y ¿Por qué no?, volver a hacer brotar.
Es época de calor, de terrazas, de San Sebastián, de rio, de naturaleza, de soñar, reír, bailar y brindar, es época de recolección, es época de atardeceres inolvidables, de paseos que ya quisiera Willy Fog, Calleja o Pablo Chiapella conocer en sus viajes. Es tiempo de verano, de almacenes interminables, de pensamientos de viajes, de ser felices, de hacer deporte y de quedarse prendido viendo como el Segura inunda nuestra huerta cada día de nuestra vida.
Junio es tiempo también de exámenes, de alzar la mano para arrancar del árbol el melocotón, de alzar la caja para llevar la fruta a los almacenes. Entre todo lo anteriormente enumerado quiero que también sea tiempo de dedicarme quincenalmente unos minutos a conocer y a leer cada entrega de lo que hoy nace, hoy os presento mi columna quincenal en este medio digital, al que tanto cariño y aprecio tengo, hoy os presento: CIEZA, HOY. El lugar donde podéis leerme, y, ¿Por qué no?, conocerme a mí y a Cieza, mi ciudad.
Adelante, que no te de vergüenza ,ponte cómodo, serás bien recibido cada quince días.
Te espero.
