El acto ha tenido lugar en la capilla privada del Palacio Episcopal, donde han prometido fidelidad y han profesado la fe. Mons. Lorca ha animado a los nuevos vicarios a seguir realizando su ministerio en el nombre de Jesús, confiados en la misericordia de Dios “que nos sostiene. Se trata de un servicio de amor al pueblo de Dios”.

El Obispo ha comentado que para el nuevo curso la dimensión pastoral de la Diócesis de Cartagena se centrará en la propuesta del Papa Francisco a vivir un Año Extraordinario de la Misericordia. A finales de agosto el Consejo de Vicarios se reunirá con el Obispo de Cartagena para diseñar el programa de pastoral para el próximo curso. “El Año de la Misericordia será una experiencia de alegría y paz, porque –como explica el Papa Francisco- la misericordia es el verdadero rostro de Dios, el ser de Dios, es el lugar de encuentro del hombre con Dios”, ha destacado el Obispo, quien también ha remarcado que el principal objetivo de este año de gracia será “la renovación interior del corazón y por tanto de la Iglesia”.

Mons. Lorca ha dado la bienvenida a los nuevos vicarios a quienes ha recordado que la Iglesia les pide ir en nombre de Dios como servidores: “Sois hermanos entre los hermanos. Confío en vuestra capacidad. Destacar en la fraternidad y solidaridad desde el corazón misericordioso de Dios”. Seguidamente, los nuevos vicarios, han tomado posesión de su sillón en la sala del Consejo, donde, junto al resto de vicarios y el Obispo, han rezado la oración de San Isidoro, Arzobispo de Sevilla, por todos los investidos de autoridad en la Iglesia.