Otra vez estamos con el Mar Menor. O más bien con lo poco que queda de él. Cada poco tiempo el gobierno regional se descuelga con lo que parecen ser buenas noticias sobre su hipotética recuperación, noticias cuya autoría es las más de las veces desconocida y son, como poco, groseramente optimistas. O absolutamente falsas.
Porque después de los brindis al sol llegan las verdades. Y las verdades son claras y concisas: no hay mejora. Peor aún: prácticamente no se ha hecho nada y lo poco que se ha hecho ha empeorado más el estado del Mar Menor.
Empecemos por el principio: el Mar Menor se muere porque está recibiendo de forma continuada desde hace décadas un aluvión de sustancias que cambian por completo la composición química del agua de la laguna, lo que destruye el equilibrio de un ecosistema único en Europa. No nos engañemos, la agricultura es la principal responsable de este aporte incontrolado y destructor. Pero no sólo lo es por su actividad: también hay que tener en cuenta que una parte sustancial de esa actividad es ilegal, ya que los regadíos ilegales de los terrenos que rodean el Mar Menor suponen hasta un 20% del total. Los informes tanto del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente como de los comités de expertos y las organizaciones ecologistas coinciden casi punto por punto en afirmar que hay que limitar la actividad agrícola de regadío alrededor de la laguna e introducir una serie de procesos para reducir al mínimo los aportes de aguas contaminantes. Además hay que reducir las aguas residuales que se vierten en ella desde los municipios costeros y mejorar su depuración, así como regular y controlar la navegación en la laguna.
Pero no. El gobierno regional sabe más de biología marina y de agricultura sostenible que todos los expertos consultados. Si alguno de ellos tiene responsabilidad en la cuestión y advierte del peligro y del empeoramiento de la situación, se le cesa. Si desde los comités ad hoc se critica no sólo la escasa acción sino la inacción y las palabras vacías de nuestros responsables políticos, estos ningunean a los expertos y poco menos que les obligan a dimitir. Si el propio ministerio emite un informe realmente demoledor para las promesas incumplidas y las falsedades del gobierno de Murcia, éste pone el grito en el cielo tachando al ministerio (de su propio partido, por cierto) de exagerado y desinformado. Y jura y perjura que todas y cada una de las medias que se lleguen a tomar (que a este paso creo que no veré en lo que me queda de vida) se tomarán de la mano de los agricultores, a quienes defiende a capa y espada en todo este vacuo (porque donde no hay nada se hace el vacío) proceso. De los demás sectores implicados, como es el caso de los hosteleros, los veraneantes o los propietarios de viviendas en la costa del Mar Menor, poco o nada se dice.
La cuestión es muy sencilla: el gobierno de la Región hace declaraciones rimbombantes y reúne a expertos y comités, encarga informes y después, cuando las conclusiones de quienes saben de este tema son completamente contrarias a sus deseos, critica a todos ellos y les dice más o menos que no tienen ni pajolera idea de lo que hablan. El problema es que sí, sí tienen pajolera idea e incluso un conocimiento profundo y profesional de la cuestión. Yo diría que hasta el propio gobierno regional lo sabe, y sabe que la situación no sólo no mejora ni un ápice, sino que empeora. Pero el gobierno regional tiene sus propios intereses, intereses partidistas, en los que el apoyo a un sector agrícola tradicionalmente votante del partido que lo sustenta está por encima de cualquier otra consideración medioambiental o del perjuicio que se está causando a otros sectores quizás no tan políticamente afines. Así que, como lo primero es lo primero, todo lo demás es secundario. Y actúa en consecuencia.
Y yo me pregunto: con tanto que saben sobre el Mar Menor, sobre cómo solucionar este gravísimo problema que viene ya de lejos, ¿por qué no empezaron a actuar hace 22 años, que son los que llevan gobernando esta Región, cuando de hecho ya se sabía con certeza lo que iba a ocurrir y lo que estaba por llegar?
Que alguien me contesté, por favor. Si es posible, alguien del Gobierno de la Región de Murcia.
