Si Cieza en su Semana Santa encuentra elementos diferenciadores necesarios para considerarla única e inigualable, la tarde de Miércoles Santo es uno de esos elementos diferenciadores, esta tarde hace de remembranza necesaria del pasado, y es que de nuevo otro año más los pasacalles de los tercios infantiles y los traslados de San Juan y María Magdalena hicieron volver al cofrade a tiempos pasados cuando ‘’La Traída de los Santos’’ levantaba a la gente de sus sillas para ir a la Ermita del Santo Cristo a traerse las imágenes que formarían parte de los cortejos procesionales durante la Semana Santa Ciezana.

Otro año más al filo de la media tarde las calles ciezanas se llenaron de alegría y juventud en el tradicional pasacalles que los tercios infantiles de los Dormis, Samaritana y Judas realizan con sus pasos infantiles por las calles más céntricas de la localidad, pero verdaderamente la tarde del Miércoles Santo adquiere relevancia cuando en un lugar impresionante y melancólico como es la Calle Hontana una banda llega interpretando el Himno de San Juan haciendo que todo el mundo sepa que el Discípulo Amado se encuentra inquieto por volver a salir a la calle otro año más. Son los hermanos de la Cofradía de San Juan Evangelista los que pasean al apóstol por el balcón privilegiado de la Vega del Segura que es la Calle Hontana, llevándolo hasta el céntrico Paseo, donde este año se recreó hasta que sobre las siete llegaba Santa María Magdalena presta por la Calle Mesones para encontrarse con San Juan en la Esquina del Convento, realizando un bonito encuentro que debería perpetuarse en el tiempo año tras año cuando la tarde va cayendo para dejar paso a la Pasión según Cieza desde el encuentro de Cristo con la mujer Samaritana hasta el Gólgota, donde el Faro Luminoso entrega su alma…

La Procesión General del Miércoles Santo en Cieza transcurrió sin prisa alguna – el tiempo era agradable, así que, ¿Por qué correr?-, las imágenes hicieron suyas las calles y las hermandades mostraron su buen hacer hecho durante todo el año para que nada estuviera desencajado en el gran puzle de la Semana Santa de Cieza. Del cortejo reseñar tres cosas, la primera el nuevo paño de la Santa Verónica obra del pintor local Pascual Campos, y que con buen tino supo plasmar el rostro de Cristo según Romero Zafra en su simulacro de la Coronación de Espinas para la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de nuestra localidad, otro elemento a reseñar fue el cambio de iluminación del Santísimo Cristo del Consuelo, el cual volvió a tener esa tonalidad roja tan peculiar que hace al Faro Luminoso resaltar en el cortejo como ninguna otra imagen, y es que el rojo es el color de la Fe, la pasión y la devoción para el ciezano. Por último destacar, aunque salió en la noche del Martes Santo, el magnífico aspecto que presentaba el grupo escultórico de ‘’El Prendimiento ‘’ de la Cofradía del Beso de Judas y Descendimiento de Cristo, grupo escultórico restaurado recientemente por la restauradora local Dña Ana Martínez Guardiola, y que ha favorecido la visión del conjunto tal y como llegó a Cieza tras su realización por parte de D. José Lozano Roca allá por el año 1968.

El Miércoles Santo dejó paso al Jueves Santo cuando sobre las dos y media sonaba ‘’Solemnidad’’ y la imagen de la Dolorosa llegaba a la Plaza de la Asunción.

La noche moría desquebrajada por el Héroe Muerto, Cieza se preparaba para llenarse de Esperanza y Silencio, llegaba Jueves Santo…

Tras la celebración de los Santos Oficios de Jueves Santo la OJE llegaba a paso ordinario a la Casa de los Hijos de María, anunciando que apenas media hora restaba a Nuestra Señora de Gracia y Esperanza para tener el cielo por palio y por velas las estrellas que brillaban llenas de peticiones, oraciones y recuerdos de los que ya forman parte del balcón privilegiado del cielo. El Jueves Santo según Cieza comenzaba a configurarse otro año más cuando a las ocho y media el palio comenzaba a mecerse en la calle Cánovas del Castillo, comenzando a sonar ‘’Dulce Nombre de María ‘’, en ese preciso instante ¡Los Hijos de María ya estaban en la calle! . Con un cortejo compuesto por alrededor de trescientas personas, -y posiblemente me quede corto- y presidido por el diputado nacional, Teodoro García Ege , invitado este año por la cofradía para presidir el cortejo, la cofradía se dispuso a llenar Cieza de devoción, esperanza, gracia y este año, de manera significativa, a inculcar la devoción por la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, y es que este Jueves Santo la cofradía quiso ser parte del Año Jubilar en Honor a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca regalándole en el manto de flores un rincón que ya quisiera hasta el mismísimo cielo tener cada Jueves Santo cuando pasean por Cieza los Hijos de María. Destacar el estreno de la corona imperial que la imagen lucia en la salida procesional, corona realizada por Industrias Élite de Sevilla y que viene a sustituir a la anterior, realizada en Orihuela y que durante las últimas décadas había realzado la realeza de María cada Jueves Santo por las calles de Cieza.

Cuando al filo de las once y media sonaban los últimos compases de La Madrugá y el palio se perdía en la oscuridad de su casa de hermandad, los Hijos de María ponían punto y final a su despliegue de religiosidad, creando un inhóspito ambiente que solo el Silencio y la oscuridad supo calmar cuando a las doce de la noche el estandarte de la Agonía se ponía en la calle para anunciar a Cieza que Cristo empezaba a morir y envilecía las almas que le esperaban donde siempre, como cada Jueves Santo.

El cortejo de Silencio y Agonía - que este año estrenó guión, faroles y estandarte realizados por afamados artistas sacros como Felicitación Gaviero o Raúl Berzosa entre otros- avanzó por las calles de Cieza entre el recogimiento propio de esta procesión que reúne en torno a la talla de González Moreno a miles y miles de personas, personas que en la oscuridad de la noche solo buscan la conversación titubeante y suplicante con el Padre que está cerca de cumplir su misión redentora, misión redentora que cobra fuerza cuando frente al Monumento a la Semana Santa de Cieza la imagen busca a las hermanas de Santa Clara en su pequeña ventana a la pasión, haciéndose por segundos enorme la imagen del Señor de la Agonía cuando su reflejo se proyecta en un edificio cualquiera de la Calle Mesones. Todo acabó otro más año bajo las naves basilicales entre Silencio y Agonía mientras la voz del Silencio interpretaba sutilmente ‘’Cerca de Ti, Señor’’.

Mañana de luz y esplendor, mañana de Viernes Santo en Cieza.

Otro año más a las nueve y media de la mañana los tambores despertaban de nuevo al pueblo de Cieza para anunciarle que Cristo iba camino del Calvario. La mañana de Viernes Santo en Cieza volvió a cumplir su función primigenia, ser catequesis en la calle, y es que volvió a mostrar a propios y extraños el impresionante catálogo escultórico que atesora nuestra Semana Santa, catálogo que en la mañana del Viernes Santo alcanza su punto culmen cuando los crucificados hacen su entrada en el Paseo de Cieza, mostrando la plenitud de la escuela murciana de escultura que representan escultores como el local Yuste Navarro, o su maestro Hernández Navarro. Fue el Paseo el que de nuevo a media tarde vio pasar un cortejo por sus artísticas baldosas, y es que los hermanos Dormis tuvieron a bien de hacer procesionar por el centro del Paseo el grupo escultórico del Santo Sepulcro, haciendo de su paso por este céntrico lugar una de las estampas para el recuerdo que nos deja la Semana Santa de Cieza 2.017, esperando que en años venideros se repita dicho paso, puesto que ver la Cama de Cristo pasar por este emblema ciezano a los sones del pasodoble ‘Los Dormis’’ es una de las mejores escenas que se puede albergar en el baúl de los recuerdos de cualquier cofrade.

A paso ordinario llegó el cortejo Dormis a su casa de hermandad, y el final comenzaba a estar cada vez más presente.

A las ocho y media y con la presencia de las cámaras de 7RM el cortejo de la última gran procesión de la Semana Santa de Cieza 2.017 se ponía en la calle. El cortejo poco a poco fue haciendo suyo el casco antiguo de la localidad, dejando a los ciezanos con ese sabor agridulce que siempre te deja la noche del Viernes Santo en Cieza, y sobre todo el ver pasar ante ti el cortejo del Santo Entierro, cortejo que este año destacó por la amplia participación ciudadana en las hermandades, ya sea como andero o penitente, buena muestra de que la Semana Santa de Cieza está más viva que nunca, luchando por alcanzar el reconocimiento internacional. De la noche del Viernes Santo en Cieza destacar la realización de una nueva fase en el trono de Nuestra Señora de la Amargura, con la ampliación de la talla del mismo, y por último destacar por encima de todo el reencuentro del ciezano con una tradición perdida y de nuevo recuperada este año. Tradición que no es sino el encuentro al finalizar la procesión de las imágenes de San Juan y la Soledad en la Plaza Mayor, encuentro que volvió a hacerse y que nos dejó la bella estampa del encuentro entre el Discípulo Amado y la última Madre que llora desconsolada ante la pérdida del Hijo querido. Con la oración realizada desde el campanario de la basílica la Procesión del Santo Entierro ponía el broche de oro a las procesiones nocturnas de la Semana Santa de Cieza 2017, procesiones que de nuevo han vuelto a evidenciar que las noches en Cieza son para las procesiones por el casco antiguo.

Mientras todo duerme Cristo baja a los Infiernos a buscar a Adán y Eva, Cristo desciende a los Infiernos para redimir al mundo, y en Cieza en la bajada al Muro el Cristo de Ánimas se encontró con su creador, D. José Antonio Hernández Navarro el cual este año volvió a Cieza a ver in situ la puesta en escena de la cofradía que en el año 2001 le dio una de sus mayores alegrías como escultor. La luz de las velas que portan los hermanos de Ánimas se tornó en la alegría de los tercios infantiles que de nuevo en la tarde del Sábado Santo se echaron a la calle para adelantar la Resurrección del Redentor en la Esquina del Convento, alrededor de doce imágenes portadas por los más jóvenes de la Semana Santa de Cieza anticiparon que Cristo resucita en el mismo lugar por el que tan solo dos días antes pasaba crucificado, descendido y sepultado...

El Domingo de Resurrección en Cieza se levantó un poco nublado y titubeante, pero como en la Biblia las tinieblas dejaron paso a la alegría y la luz, Cristo resucitaba de nuevo en la mañana del Domingo de Resurrección según Cieza. Entre una nube de caramelos el pueblo de Cristo veía la imperial obra del Maestro Carrillo alzarse entre ellos para anunciar la buena nueva, ¡la vida venció a la muerte!, todo adquirió sentido cuando a las once y media en la mañana de la luz el Niño Resucitado se encontró con su Madre del Amor Hermoso realizando la tradicional Cortesía y poniendo punto y final a una nueva Semana Santa.

Se hace necesario llegados a este punto el hace publica felicitación a la Junta de Hermandades Pasionarias de Cieza por cada uno de sus desvelos y esfuerzos realizado junto a las dieciocho cofradías para que una nueva Semana Santa haya sido realidad, nada tendría sentido sin ese centenar de personas que se desviven por hacer de Cieza una Cieza sublime cuando los tambores vuelven a redoblar y las túnica salen de los armarios, y por supuesto al Ayuntamiento de Cieza por ser catalizador de los esfuerzos de las entidades anteriormente nombradas y a la gente de Cieza, verdadero sostén de las tradiciones que se amparan bajo el grandísimo nombre de la Semana Santa de Cieza, GRACIAS A TODOS.

La Semana Santa de Cieza 2017 ya solo forma parte de nuestros recuerdos, vivencias, momentos y sentimientos, la Semana Santa de Cieza 2017 nos deja con el sabor del éxito en nuestros labios, el desvelo de tantos y tantos cofrades a lo largo del año ha cobrado sentido en cada uno de los cortejos que se han puesto en la calle para mostrar al ciezano lo mejor que tiene, su Semana Santa, la Semana Santa de Cieza.

Te nos fuiste cuando comenzábamos a sentirte de nuevo tan cerca de nosotros, te hemos anhelado cada día y noche del largo al año, te fuiste tan rápida que no nos has dejado ni tiempo para hacernos a la idea de que habías vuelto, y ahora solo nos dejas con el recuerdo imborrable de las lágrimas bajo el trono, de los pensamientos en la soledad del capuz o de la incredulidad de tenerte frente a nosotros.

Ahora que te has ido solo nos queda buscar en los recovecos de nuestra casa ‘’El Anda’’, de tirar de agenda telefónica para intentar avivar la llama de una conversación cofrade, o la certeza de ser parte de un gran grupo de amigos que siempre está esperando que alguien proponga una quedada o suelte el tema en cualquier grupo de whassap para hablar de Semana Santa, porque aunque no te tenemos en nuestras calles si te tenemos en nuestro corazón y mente los 365 días del año, porque somos ciezanos, pero ante todo y por encima de todo somos cofrades de la Semana Santa de Cieza , mientras que vuelves a deslumbrarnos por las calles de Cieza seguimos marcando el paso cada día de nuestra vida y siempre llevamos por bandera el lema que nuestro corazón tiene tatuado y nuestra mente pronuncia de carrerilla : A CIEZA POR SU SEMANA SANTA.