Algo se mueve en el panorama cultural cuando los libros empiezan a menudear y a prodigarse protagonizando muchos actos que obtienen un respaldo más que respetable en forma de público asistente y de ejemplares vendidos, en formato de libros impresos en papel, encerados, suaves al tacto y deliciosamente olorosos, con olor a biblioteca, tiza y librería. Aunque, ¡ay!, será probablemente un espejismo, revelador e ilustrador escéptico de que el pasado se resiste a batirse en definitiva retirada ante el tsunami digital imparable y el analfabetismo funcional rampante –y creciente- de las redes sociales, que a todos nos acabarán estrangulando y engullendo en un inmenso océano de vulgaridad, zafiedad y naderías. Dos han sido hasta el momento las actividades de la Feria del Libro de Cieza en las que he tenido ocasión de participar y por tanto de las que puedo hablar como testigo directo; en una, la presentación del libro de Antonio Balsalobre “La Cieza de Ayer”, como complemento agente en mesa compartida con el jefe del Tripartito y Alcalde de Cieza, Pascual Lucas, el editor del libro, Fernando Fernández Villa, y el autor, Antonio Balsalobre. En otra, la Cena Literaria desarrollada en el Claustro del antiguo convento de San Joaquín y San Pascual, como sujeto pasivo, paciente y – relativamente – comiente, compartiendo mesa y en este caso también mantel con Ángel Almela y esposa, el historiador Francisco Javier Salmerón Giménez, la joven poetisa (o poeta, que tanto y tan igual da), y cuentista, María Parra, y la actual Jefa del Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES “Diego Tortosa”, Carmen Perona. Además, por último pero no por ello menos importante, mi señora esposa, Merche Izquierdo. Mucha comidica para pájaros en forma de brotes y raíces de color verde, lechuguica y escarola, mucho pan de plato principal, buen tinto digno de más fundamento y sustancia en las viandas y agradable conversación mientras nos lo permitieron las numerosas actuaciones, dramatizaciones e intervenciones de todo tipo que sucedieron y se sucedieron en una velada que estuvo a punto de velarse del todo por el sueño que me entró, ya que acabaría pasadas las dos y media de la madrugada, y este niño ya mayor está acostumbrado a recogerse más temprano. Destacar, porque es de los míos y conmigo tiene enchufe, la extraordinaria recitación –casi dramatización- de un poema propio realizada por Ángel Almela, de La Sierpe y el Laúd (yo mismo también estaba allí en representación del grupo pero aún estoy muy verde –y convaleciente- como para atreverme con esos vibrantes desafíos y convertirme yo mismo en parte del menú). Bien la Noche Literaria, pero…
La segunda de las buenas noticias es el hecho de que Cieza cuenta con una personita extraordinaria a la que, inesperadamente, al menos para mí, han aupado (o se ha aupado ella solita…desconozco los detalles) a un puesto del más alto nivel en el Gobierno Regional, y digo yo que a partir de ahora Cieza tiene enchufe, o al menos cuenta con una influencer de lujo, como ahora se dice, en materia de Cultura y Turismo, en el Gobierno de la Comunidad Autónoma. Se trata de la joven ciezana Miriam Guardiola Salmerón, alumna mía (de las mejores que he tenido nunca) allá por el curso 2000-2001, si no recuerdo mal, en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura, que después decidió descarriarse ella solita por los retorcidos senderos del Derecho (valga la paradoja) y que abrió bufete de abogada ejerciente en el Paseo, en la primera planta del edificio del antiguo pub Real. Miriam, prodigio de finura intelectual, sensibilidad, expresividad, capacidad de análisis crítico, contrastada prudencia y notable escritora cuando se le proponía ese noble y juicioso quehacer (fray Luis de León dixit –lo de juicioso), es, desde hace escasos días, la responsable de Cultura y Turismo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, cargo y encargo que en mi opinión le vienen como anillo al dedo. Su familia regenta el único establecimiento hotelero de Cieza en décadas…en un emplazamiento privilegiado, junto al Museo Siyasa… El hotel-hospedería Sansestabién, creo que se llama (sic). Nunca me pareció una persona con vocación de militancia política de ningún signo. No sé (ni me importa) cómo ha podido aterrizar en la cúspide del quehacer político sin pasar por ningún escalón de los de abajo, y saltándose olímpicamente el escalafón (que en los partidos manda mucha romana). No lo sé (ni me importa), pero si algún mentor se ha fijado en esta ciezana para catapultarla a una alta responsabilidad política, no ha marrado el tiro, porque Miriam es oro molido, un diamante esmaltado y pulido de muchos quilates, una perla limpia, sin tacha ni desdoro, de la mejor Perla del Segura. Casi siempre sentí que la política le resultaba ajena y que le iba más el intimismo de la literatura y el arte, el temblor inquietante de la pulsión artística. Claro que ella eligió y se dedicó después al Derecho y –hasta donde sé- dentro del Derecho, al ejercicio de la abogacía, actividad de las complicadas y precarias si no formas parte de un bufete de abogados de prestigio y te limitas a ser abogado o abogada de pueblo, aunque Miriam tiene más currículo relacionado con el Derecho, en algunos casos con empresas bastante románticas en las que es complicado embolsarse machacantes, eso sí. Ahora tendrá un buen sueldo, eso también. Supongo que Miriam es de las que se lo van a ganar…Enhorabuena a Miriam y enhorabuena a Cieza.