Nada puede con el ímpetu de los cofrades ciezanos cuando de sacar las túnicas a la calle se trata. Pronto, cuando el cielo comenzaba a despertar, el sonido del tambor comenzaba a resonar por las calles de Cieza. El Tercio Romano rememoraba la antiquísima tradición de despertar al pueblo de Cieza en la mañana del Domingo de Pasión. Hoy ha sido Domingo de Pasión, hoy ha sido la mañana que nos arranca a muchos esa sonrisa que solo nosotros entendemos. Esa sonrisa nace cuando en el Ayuntamiento de Cieza se nos permite hacer las calles nuestras. Hacer, durante una Semana Santa, que en Cieza solo se hable de Semana Santa, de cofradías y de sueños nacidos bajo el capuz, en la vara de un trono, o haciendo hablar a un instrumento. Hoy no fue distinto. ¡Ni la lluvia pudo con la familia cofrade ciezana! En un Salón de Plenos abarrotado, y con la presencia de la Consejera de Turismo y Cultura de la Región de Murcia; Dña Miriam Guardiola Salmerón, el alcalde de Cieza concedió la venia a la Junta de Hermandades Pasionarias para volver a llevar a las calles de Cieza la Pasión según Cieza y sus cofradías. Solo se tardó una hora en hacer efectiva dicha venia.
Con motivo de la lluvia caída a primera hora de la mañana el tradicional Traslado de los Estandartes se vio modificado, tanto de hora, a las once y media, como de recorrido. Eso sí, estando los estandartes de las dieciocho cofradías puntuales a su cita con la memoria de los cofrades difuntos de la Semana Santa de Cieza. Volviendo a tenerlos presentes frente al Monumento de la Semana Santa de Cieza. Monumento donde todos se citan durante el año y donde esta mañana volvió a estar presente el padre del Pregonero de la Semana Santa de Cieza 2019; D. Antonio Morales Balsalobre.
¡Qué bonito es hablarle a la Semana Santa a pecho descubierto! ¡Qué bonito es hablarle cuando se ama a Cieza y su Semana Santa! Y D. Antonio Morales la ama, la siente y la mima. No cabe la menor duda de lo dicho anteriormente tras escuchar el magnífico pregón que hoy, siete de abril, ha regalado D. Antonio Morales Balsalobre a la familia cofrade ciezana.
Con el arrojo y la valentía que lo caracteriza Antonio ha conseguido emocionarnos, dejarnos sin aliento, recordar momentos de infancia y soñar con locuras de partitura, escritas todas para ti. Hoy un Hijo de María nos ha robado el corazón a todos los presentes. Con un pregón fresco, atrevido, con proliferación de versos salidos del corazón y su condición de cofrade como bandera D. Antonio nos ha embaucado palabra tras palabra. Desde la introducción, dedicada a la memoria de su padre, hasta los últimos compases de Mi Amargura ha sido imposible dejar de escuchar atentamente los versos salidos del corazón de este cofrade de las aceras. Como diría otro pregonero. Algo más de una hora y media en la que este Hijo de María nos ha hablado de sus recuerdos cuando destapaba, con cuidado, El Anda cada Cuaresma. De cómo es Cristo según Cieza, de su MADRE de Gracia y Esperanza, sus hermanos, los Hijos de María, o como es pasear por el recorrido procesional acompañando a todos y cada uno de los pasos que salen en la noche del Miércoles Santo.
Antonio Morales Balsalobre ha pregonado la Semana Santa desde el corazón. Controló sus nervios, los tiempos y sus sentimientos. Nos conmocionó. Nos regaló su amor por la Semana Santa de Cieza escrito en un texto que pasará a la historia. Y lo más importante: nos ha dejado abiertas las puertas de una nueva Semana Santa. Una nueva Semana Santa que, invitada por los sonidos de la Banda Municipal de Cieza y el solo eterno de nuestra Semana de Pasión, comienza a acercarse por las tierras fértiles de nuestra Cieza.
Solo una semana nos separa de un nuevo amanecer. Un amanecer distinto y lleno de gloria.
‘’Ahora que la Fe toma la forma de túnicas planchadas, y me imagino las calles llenas de la Jerusalén ciezana. Ahora que el orgullo me recorre por el alma y que nuestra sangre cofrade se convierte en gotas de cera derramada. Ahora ya por fin puedo entonar con orgullo mi alabanza. ¡Padre mío, se cumplió tu sueño que tu hijo le ha pregonado a Cieza y a su bendita Semana Santa!’’.
D. Antonio Morales Balsalobre.
