Son ya unos cuantos años al frente del ayuntamiento de Cieza
Llevamos ya once años, prácticamente. Fue en junio cuando se tomó posesión en la última legislatura. Sí, once años.
Pero usted previamente ya había sido concejal y había participado en el gobierno
Creo que, con estas, estoy seis legislaturas. O bien en el equipo de Gobierno o bien como concejal en la oposición. En la primera estuve en la oposición, la siguiente fue concejal de Medioambiente. Después ganamos con mayoría simple y, al año, nos mandaron a la oposición. Las últimas tres he sido cabeza de lista.
¿No se cansa uno de ser la cara de un partido?
¡Vamos a ver! Esto es como todo. Aquí está uno porque quiere y en cualquier momento uno se puede ir.
Lo que sucede es que yo me jubilé aproximadamente a los dos años de ser nombrado alcalde y, por lo tanto, ha sido un continuar en un trabajo. Ya no es el agobio anterior, donde tenía que compatibilizar mi profesión de maestro con tener que estar en el ayuntamiento llevando una concejalía o recabando información y reparando cosas al frente del equipo de Gobierno.
Sí es cierto que uno tiene ya 70 años y ya piensa en “¿y ahora qué?”, pero también es cierto que uno está aquí por servir. El servicio hacia la ciudadanía es un trabajo que, al fin y al cabo, te está manteniendo dentro de lo que es la acción de tu vida.
¿Se considera un buen servidor público?
No me considero ni bueno ni malo. Sinceramente quiero y espero realizar un trabajo que verdaderamente sea efectivo para la comunidad. Creo que, hasta ahora y pese a que no se consigue todo lo que uno quiere, si uno echa la vista para atrás, verdaderamente se han hecho cosas en Cieza. Y no solamente en el sentido de realizar obras magnánimas, se han hecho muchas otras cosas y de eso sí estoy contento.
Lo que no me siento es, en ningún momento, defraudado. Sé que esto es un trabajo en el que tienes que estar continuamente maceando. Aquí, el que se crea que porque los demás estamentos políticos tengan gente de su mismo signo tiene las cosas a mano…No, no es así. Tienes que luchar por cada cosa: acudimos muchos al mismo sitio, los recursos son limitados y hay que ser insistentes.
¿Cree usted que Cieza está valorada en las instancias regionales y de la comunidad autónoma?
¡Hombre, claro! Creo que sí. Y Cieza irá a más porque dentro de poco nos atravesará la autovía de Valencia a Andalucía, que va pasar por nuestro término municipal, el desvío de Camarillas pasa precisamente por el mismo sitio. Tenemos una zona, que es la Venta del Olivo, que, pasado un tiempo, se va a convertir en el punto más importante de la Región.
Esto es gracias a la aprobación del Plan General, que tanta tinta hizo correr, que es posiblemente el único plan que se ha aprobado entero, sin modificaciones ni puntualizaciones y, creo, ha dotado a Cieza de una herramienta muy importante para los 20 o 30 años que vienen a continuación.
Como alcalde y como persona, ¿qué le supone la marcha de Ana Cobarro a Murcia?
Ana Cobarro ha sido un puntal enorme a lo largo de todas mis legislaturas como alcalde. Lo que sucede es que en un momento le han pedido asumir otras responsabilidades a nivel regional en el gobierno a través de un área como la de Industria y Turismo y ella ha querido admitir ese reto. Aquí ha desarrollado una labor extraordinaria y precisamente por ello han querido llevársela a Murcia.
Para nosotros, pues banquillo tenemos. Y además es un equipo que se conoce, porque ha ido entrando gente en las distintas legislaturas pero el núcleo central se ha mantenido en las distintas legislaturas.
¿A nivel personal?
A nivel personal, pues verdaderamente con las buenas relaciones que tenemos, lo trabajadora que es y la implicación que tiene… se echa de menos pero ¡qué vas a hacer! Tienes que buscártelas como sea para sustituir. Y de hecho se ha hecho una remodelación, en la que he aprovechado para realizar unos ajustes, por determinadas circunstancias personales de la gente y a seguir adelante.
¿En qué afecta la salida de Ana a la configuración de las posibles listas de 2015?
Ahora mismo en nada. No se ha hablado para nada y hasta bien cercano el final de año no se habla. Cada cosa tiene que ser en su momento y ahora no toca eso. No sabemos qué podrá ocurrir de aquí al año que viene.
¿Cuál es el secreto del éxito del Partido Popular en Cieza?
La trayectoria es la siguiente: desde que empiezan los ayuntamientos democráticos, aquí han estado gobernando gobiernos de izquierdas. Llega un momento en que la gente, por lo visto, quiere cambiar. De hecho, en la última legislatura del PSOE se notaba un ambiente raro, quizá por lo que pasaba en el SOE regional y nacional, donde había problemas de todo tipo. Llega, como digo, un momento en que los ciezanos quieren cambiar y se gana con mayoría absoluta, 11 contra 21.
En esa legislatura se hicieron cosas importantes. Aunque tuvimos el hecho de que dimitió el alcalde y la problemática que desemboca elegir un nuevo cabeza de lista. En los tres años se hizo una gran labor. Hay que pensar que en esa época se estuvieron haciendo proyectos importantes como el museo de Siyâsa. Fueron tres años de trabajo intenso por parte del Partido Popular.
¿Más adelante?
El PP siguió gobernando un año más porque la oposición no podía ponerse de acuerdo. Pero estaba claro que estábamos a expensas de su acuerdo.
Pero claro, tras la moción de censura, la política de PSOE e IU fue la de decir “como yo soy del SOE o Izquierda Unida y el gobierno Regional es del Partido Popular, aquí no se hace nada”. Recuerdo que, cuando llegué al gobierno y empecé a bajar a Murcia para hablar con consejeros y delegados, me decían que menos mal que aparecía por fin un alcalde de Cieza.
Tres años sin aparecer en ningún sitio y sin hacer nada no es garantía de ganar la próxima legislatura. Y también es cierto que el equipo que yo monté cuando ganamos con una mayoría era un equipo bueno que hizo que Cieza cambiara bastante.
¿En qué sentido?
Se han modernizado muchos barrios, aunque no todos lo que uno quisiera porque hemos tenido el desastre de la crisis, que nos ha afectado a todos. Pero, al fin y al cabo, Cieza tiene ahora mismo muchísimas posibilidades gracias al trabajo que se ha hecho.
Principalmente, aunque parezca que no, el Plan General es una herramienta que ha dado frutos, porque gracias a él nosotros hemos podido equilibrar las cuentas. Hemos equilibrado, gracias a ese plan, un desfase de 200 millones de pesetas entre ingresos y gastos.
Gracias a él remodelamos el barrio antiguo, sus calles y sus servicios. Se consiguió ahorrar en pérdidas de agua creo que un 14%.
El ayuntamiento de Cieza se ha gastado también más de 6 millones de euros en el arreglo de los colegios. Tendrías que ver cómo estaban: no se invertía en colegios para nada. Al venir de ese gremio, sentía que los alumnos no estaban como tenían que estar.
Cieza y su agricultura
Antonio Tamayo también destaca, entre las labores de su gobierno, el apoyo a los agricultores, para los que el ayuntamiento de Cieza y el turismo, sobre todo a través de la floración que, explica el alcalde, fue un proyecto iniciado por su partido y que, en un principio, estuvo denostado por la oposición.
...Pero yo sabía que íbamos a tener gente viniendo. Y vamos a más: ¡este año faltaba sitio para que la gente viniera a ver la floración!
En cultura, hemos conseguido que algo como el Capitol, que nos dará muchísimas alegrías, ha hecho que toda la zona hostelera de la zona se llene. La gente está contentísima.
El Capitol, ¿le ha dado muchos dolores de cabeza?
No. Tienes que tener claro lo que va a ocurrir ahí: te encuentras un edificio mutilado por el dueño, que vendió zonas para hacer casas. Luego, un teatro del siglo XXI lo primero que tiene que tener es un escenario en condiciones, y el escenario del Capitol era mínimo.
El Capitol antiguo era hermoso, tenía un gran patio de butacas, pero en muchas zonas ni se veía bien ni se escuchaba bien. Y, si vas a hacer una modificación, no puedes pensar en dejarlo como está. Entiendo que la gente que entra al Capitol de hoy y conocía bien el antiguo puede decir que este no es su Capitol, pero hay que entender que ni las butacas ni el sistema eléctrico ni la ventilación ni otras cosas estaban en condiciones. Había que cambiarlo.
Entiendo entonces que era la mejor fórmula
Lo que no se puede hacer es engañar a la gente. Yo he cogido el proyecto que presentó PSOE e Izquierda Unida y el nuestro y es prácticamente el mismo, salvo que ellos querían menos butacas y una disposición rectangular.
Recuerdo que el concejal de Cultura, que era de Izquierda Unida, hablaba de mármol de carrara, frescos de Tapies, cristal de Bohemia… ¿Pero nos vamos a gastar los cuartos en eso? Y encima perdieron una subvención de 1000 millones de pesetas, y el proyecto, que le costó al ayuntamiento 20 millones.
Antes que político maestro
Sí. 37 años.
Uno no olvida el olor de las aulas
Yo no tenía vocación de maestro. Quería ser perito químico en aquella época, por una profesora que tuve, que hice que me gustara con locura la química. Pero en esta vida uno no es lo que quiere sino lo que puede y, cuando plantee en mi casa la situación me dijeron que no me podían mandar a ningún sitio. Así que hice maestro.
Y luego ya, cuando empiezas a ingresar, tienes otras circunstancias. Te casas, compras una casa u otras cosas. Sin embargo, me realicé muy bien durante el tiempo que fui maestro. Además, antes de serlo, daba clases particulares, así que el mundo de la enseñanza lo conocía. No me arrepiento para nada y han sido unos años en donde te realizas. La mayor alegría que te encuentras es cuando ves a alumnos tuyos por la tarde y te saludan.
¿Qué tiene Cieza para que le haya dedicado gran parte de su vida?
Cieza es algo muy especial para los que somos ciezanos. Es una ciudad que, como en los años 40 o 50 fue importantísima industrialmente por el esparto, configuró una sociedad distinta a cualquier otro pueblo de la Región. Es una ciudad mucho más abierta.
El espíritu del ciezano es acogedor. La gente valora a los que tienen. Así que, el que tiene vocación de servicio, en Cieza encuentra un buen caldo de cultivo para poder desarrollar sus aspiraciones.
Y Cieza tiene de todo. Tiene algo que atrae. Hay un gran poso cultural que originó una sociedad distinta. La gente es buena, con muchas ganas de hacer cosas, y eso se ve en la gran cantidad de asociaciones culturales y deportivas que hay.