El nuevo bello salón del club sirvió como excelente escenario para Robles, que en 1 hora y media deshizo al público en risas y aplausos por su actuación. La artista calasparreña aúna humor y música en un espectáculo muy reivindicativo en el que animó a las mujeres asistentes a romper con los convencionalismos y a rebelarse contra el yugo el hombre autoritario.
Mujeres con michelines y patas de gallo y abuelas desdichadas que han levantado, con trabajo continuo, hogares y familias, son las protagonistas de los cuentos y las canciones de Pepa Robles, que, guitarra en mano, reflexionó sobre el amor juvenil y anciano en el franquismo e incluso en el chateo como fórmula para encontrar, con más o menos fortuna, pareja en la red.