Nos volvemos a ver donde siempre, donde los recuerdos son algo más que momentos.

Se oyen presurosos los candados de la Casa de los Santos, las puertas de los Dormis e Hijos.

Nos volvemos a detener en el calendario, donde siempre ahogamos las penas de tu espera.

Se oyen allá por el Maripinar, se oyen allá por la Plaza de Toros, se oyen allá por el Pedro Rodríguez. Se oyen los redobles que anuncian que hoy, comienza la verdadera cuenta atrás.

Se oyen las voces en las iglesias que anuncian que polvo somos y polvo seremos.

El reloj se sale de las paredes de los talleres artesanales que hacen de estos días una carrera por la vida.

Se oyen las voces de las directivas ultimando los cultos, conferencias, traslados y momentos de los días previos al gozo.

El destino nos vuelve a juntar donde siempre, donde el tambor nos anuncia que hoy es Miércoles de Ceniza.

Como si de un suspiro se tratara, el año ha avanzado presurosamente. Ya el suelo anhela los trazos que marca la cera, las lágrimas del nazareno y el caramelo que lo besa dulcemente. Vienen los días donde todo se desborda en antesala de una verdadera Pasión en Cieza. Hoy comienzan cuatro decenas que bien podrían ser cuatro decenas de miles de sueños que durante estos días tienen la importancia que, durante el año, han tenido a medias tintas. Los proyectos que han sido solo palabras, quizás, tornen en vida, ilusión y agradecimientos. Vienen los días de la preparación, de los esfuerzos, de hacer latentes los días que suman más que veinticuatro horas; vienen los días donde el terciopelo comienza a formar parte del mágico espectáculo de la Primavera en Cieza.

Enrique Centeno ya última su vídeo promocional, Enrique camina presuroso para que sus flores lleguen a tiempo, el cartero, o cobrador, tocan una, dos y las veces que hagan falta a nuestros timbre. Alcaraz, Juan, Piñera o Morote desempolvan nuestros recuerdos en formas de archivo RAW, Bonifacio termina de limpiar el rostro del Resucitado, Antonio Jesús sigue golpe a golpe dando forma al Sueño Samaritano. Allá por los cuatro puntos cardinales de Cieza se alzan las voces de las cornetas y los tambores en Dialogo de Pasión que dirían los AVERROES. La iglesia recibe inquieta y cautelosa a las dieciocho hermandades ciezanas que hacen de estos cuarenta días un verdadero tiempo de conversión pero también de búsqueda de las raíces de nuestra Semana Santa Ciezana.

Joaquín ya anda presuroso con su carpeta bien agarrada para que este año, como desde hace 106 amaneceres de Pasión, Muerte y Resurrección, Cieza vuelva a descubrir, de nuevo y como siempre, que en Cieza la Semana Santa la escriben dieciocho sueños, cuarenta y cinco imágenes, veintiuna procesiones y miles de sueños que, en el cielo o en la tierra, se ven desbordados cuando la Dolorosa abre de par en par las puertas de una nueva Semana Santa, una nueva Semana Santa Ciezana.

Solo nos quedan 40 días para volver A Cieza por su Semana Santa.